martes, 8 de diciembre de 2009

EYACULACION RAPIDA. NUEVA TERAPEUTICA

ESTUDIO DEL RETARDO DEL REFLEJO EYACULATORIO MEDIANTE BIO-FEED BACK ELECTROMIOGRÁFICO EN EL TRATAMIENTO DE LA EYACULACIÓN PRECOZ.


STUDY OF THE DELAY OF EJACULATORY REFLEX THROUGH ELECTROMYOGRAPHYC BIO-FEED BACK IN THE TREATMENT OF PREMATURE EJACULATION.

Autor: Dr. Carlos Russo Fiorentin.


Palabras Claves.

Eyaculación precoz – orgasmo masculino – reflejo bulbo cavernoso – músculo bulbo cavernoso – bio feed back electromiografico – emisión – eyaculación – esfuerzo miccional.

Key Words

Premature ejaculation – male orgasm – bulbocavernosus reflex – bulbocavernosus muscle – electromyographic bio-feed back – emission – ejaculation – urinary effort.


Resumen.

Objetivo. Intento en esta investigación de laboratorio, demostrar que si bien, la valoración del reflejo bulbo cavernoso para el diagnóstico de la eyaculación precoz carece de valor, enseñar al paciente a enlentecer el reflejo, se traduce en una demora de su eyaculación tanto en la masturbación como en la relación sexual coital.
Se realiza una reseña de la neurofisiología del proceso orgásmico masculino.
Planteo una base teórica para la realización de este estudio.
Se evaluaron 205 pacientes de los cuales se seleccionaron 26 quienes cumplían con las condiciones de laboratorio impuestas.
Se explica la técnica realizada.
Se presenta una tabla y un gráfico de los resultados obtenidos y planteo tres conclusiones finales.


Summary

Objective.I attempt in this laboratory research to show that, although, the valution of the bulbocavernoso reflex for premature ejaculation diagnosis has no value, to teach the patient to slow the reflex, results in a delay of his ejaculation, both in masturbation as in coital sex.
It performs a review of the neurophysiology of male orgasm.
I raise a theoretical basis for this study.
205 patients were evaluated of whom were selected 26 who met with the laboratory conditions imposed.
The technique done is explained.
A table and a graph are presented with the results and I raise my three basic conclusions.


Introducción.


Existe en el orgasmo masculino tres procesos básicos que son: la emisión, la eyaculación propiamente dicha y el orgasmo.
La emisión. Resulta de un reflejo simpático medular iniciado por un estímulo genital o cerebral erótico.
La sensación de emisión se debe a la distensión de la uretra posterior.
Hasta acá existe un considerable control de la emisión.
Ese control voluntario decrece si aumenta la sensación de inevitabilidad eyaculatoria.
La eyaculación propiamente dicha. Depende también de un reflejo simpático medular ya sin control voluntario asociado a: cierre del cuello vesical, contracciones rítmicas de la musculatura del piso pélvico (bulbo cavernoso entre ellos) y relajación del esfínter urinario externo.
El orgasmo. Esto es, la placentera sensación elaborada a nivel encefálico tras los estímulos sensoriales que viajan a través del nervio pudendo, se debe al aumento de presión en la uretra posterior y a la contracción del bulbo uretral y de los órganos sexuales accesorios.
Vías neurológicas.
El proceso orgásmico masculino como todo reflejo, requiere de: receptores sensoriales periféricos, vías aferentes, áreas sensoriales cerebrales, áreas motoras cerebrales, centros motores espinales y vías eferentes.
Receptores sensoriales periféricos.
El glande peneano contiene receptores sensoriales especialmente los corpúsculos de Krause-Finger. Desde ahí la información llega a través de las vías aferentes a la médula y cerebro cuando se excede el umbral de excitación.
Vías aferentes.
Desde los corpúsculos de Krause-Finger el estímulo viaja a lo largo de las vías somáticas del nervio dorsal del pene a través del nervio pudendo hasta el nivel medular S4 y a través de las vías autonómicas por el plexo hipogástrico a los ganglios simpáticos localizados a lo largo de la columna vertebral.
Control cerebral de la emisión y la eyaculación.
La emisión y la eyaculación están controlados por el núcleo paraventricular en el hipotálamo anterior y por el área preóptica medial. Su estimulación en monos y ratas genera emisión y eyaculación.
Centro motores espinales.
La emisión es controlada por el sistema nervioso simpático.
Los nervios eferentes simpáticos parten de las raíces ventrales de la médula espinal desde T12 a L2 alcanzando la cadena simpática bilateral.
Muchas de estas fibras, formarán parte del plexo pélvico, integrando al sistema nervioso simpático y parasimpático y desde ahí inervando: epidídimo, conductos deferentes, vesículas seminales, próstata, cuello vesical y uretra.

Desde los segmentos S2 – S4 de la médula espinal, surgen fibras nerviosas somáticas que formarán parte del nervio pudendo.
Éste inervará a parte de la musculatura estriada perineal entre ellos, los músculos bulbo cavernosos e isquio cavernosos.
Las contracciones rítmicas de estos músculos propulsan el semen. La injuria de la médula en sus segmentos sacros muestra un goteo seminal por la pérdida de la contribución de la mencionada musculatura.
La eyaculación propiamente dicha está controlada por el sistema nervioso parasimpático que a través del nervio pudendo llega a la musculatura estriada perineal (bulbo cavernoso e isquio cavernoso).
Shafik, citado por Mc Mahon, nos habla de un doble reflejo obtenido por estudios electromiográficos. Un primer reflejo glandar responsable de la fase de emisión y un segundo reflejo uretromuscular responsable de la fase de eyaculación.


Base teórica de la investigación.

Basandonos en la fisiologia del proceso eyaculatorio, intentamos demostrar que el esfuerzo de depresion del piso pelvico, generara una relajacion del complejo muscular pubococcigeo con lo cual se produce una elevacion del umbral de disparo de su contraccion.
Esto desemboca en una elevacion del umbral de disparo del reflejo eyaculatorio y por ende, en un aumento de la latencia electrica del mencionado reflejo.
Mi investigación se basa en procurar que el individuo realice un esfuerzo de depresion del piso pélvico con el objetivo de evitar la aparición de la fase de emisión ya que iniciada la misma desemboca en forma prácticamente instantánea en la fase de inevitabilidad eyaculatoria.

Material Y Métodos.


Se estudiaron 205 pacientes con edades comprendidas entre los 18 y los 55 años, que consultaron por eyaculación rápida tanto primaria como secundaria.

Objetivos.

Los pacientes fueron sometidos a un estudio eléctrico para:

1. valorar la latencia del reflejo bulbo cavernoso.
2. Instruirlos en la captación auditiva de la contracción de dicho músculo, obtenido por el esfuerzo de los músculos pubo coccigeos o imitar el esfuerzo de detener el flujo de orina.
3. Instruirlos a realizar un esfuerzo de depresion del piso pelvico, prestando atención al audio electromiográfico, el cual a los efectos de una buena técnica, debe en este último caso, ser silente.
4. Valorar nuevamente la latencia del reflejo bulbo cavernoso durante el esfuerzo de depresion pelvica.
5. Valorar el reflejo bulbo cavernoso durante el ejercicio de Kegel o del objetivo 2.



Se utilizó para el estudio un Electromiógrafo marca Teca modelo M de procedencia norteamericana.
En todos los casos se realizó un registro del reflejo bulbo cavernoso con electrodos de superficie. Se colocó un electrodo de tierra a nivel del tercio superior del muslo con una superficie de 80 cm2.
Se realiza un estímulo eléctrico a nivel del glande de entre 3 y 5 miliamperios.
Se registró en el Electromiógrafo el potencial resultante tomando como parámetros 10 mseg. de velocidad del barrido y 100 microvoltios de amplitud por cuadrante.
Yo utilizo el estímulo a nivel del glande y no de la base peniana. Busco la sensibilidad glandar en miliamperios y realizo un estímulo igual a 3 veces el valor de esa sensibilidad o mayor, según la calidad de la respuesta.
El reflejo bulbo cavernoso, considerado polisináptico se origina en el nervio dorsal del pene, continúa por el nervio pudendo llegando a los segmentos medulares S2-S4, desemboca en la sustancia gris donde estimulará a las fibras motoras que inervan el músculo bulbo cavernoso.
El reflejo se obtiene manualmente y registrándolo a nivel perineal por palpación. Para ello se pellizca el glande y se palpa el músculo bulbo cavernoso el cual se contraerá como respuesta.
En la búsqueda electromiográfica del reflejo bulbo cavernoso se deben realizar varios estímulos y se debe tomar el de menor latencia.
Según diferentes autores la latencia del reflejo bulbo cavernoso varía entre 22 mseg. a 49,5 mseg.
De los 205 pacientes estudiados, se pudo seleccionar a 26 quienes cumplían rigurosamente con las condiciones de laboratorio impuestas por mí, esto es:

1. relajación muscular total.
2. tolerancia a los estímulos eléctricos
3. aprendizaje cabal de la técnica.
Los demás pacientes debieron ser eliminados de este estudio por no cumplir estos requisitos.
Independientemente de que no fueron tomados en cuenta para este estudio, se les instruyó clínicamente para ejercitar el procedimiento, en la relación sexual y en la masturbación.

Resultados.

De los 26 pacientes estudiados, el promedio de edad fue de 31,4 años. La latencia del reflejo bulbo cavernoso en reposo tuvo un promedio de 31,7 mseg y durante el esfuerzo miccional, de 34,3 mseg. La diferencia de latencia tuvo un promedio de 2,58 mseg.

La siguiente tabla muestra en la columna A, la edad del paciente. La columna B, la latencia del reflejo bulbo cavernoso en reposo. La columna C, la latencia del reflejo bulbo cavernoso durante el esfuerzo de depresion del piso pelvico, y la columna D, la diferencia entre las latencias obtenidas.

Nº A B C D
1 34 31,2 32,9 1,7
2 30 31,3 32,5 1,2
3 50 32,4 34,7 2,3
4 29 31,4 33,7 2,3
5 31 29,1 31,5 2,4
6 25 29,7 32,4 2,7
7 28 31,2 35,2 4
8 28 37,8 38,4 0,6
9 28 30,4 32,4 2
10 56 31,7 34,7 3
11 20 30,8 32,4 1,6
12 22 30,5 33,6 3,1
13 40 31,2 35,3 4,1
14 27 35,1 37,1 2
15 46 32,2 36 3,8
16 40 31,1 33,6 2,5
17 41 32,8 34,5 1,7
18 24 29,4 32,4 3
19 26 29,9 31,6 1,7
20 21 33,3 39 5,7
21 38 35,7 37,4 1,7
22 18 37,6 42 4,4
23 32 33,8 35,7 1,9
24 24 25,3 29 3,7
25 24 29,3 30,4 1,1
26 35 31,7 34,8 3,1

Si bien esos pequeños cambios en las latencias se miden en milisegundos, su importancia clínica radica en que la constante repetición del ejercicio, por parte del paciente, impide llegar a la fase de emisión durante la relación sexual, ejerciéndolo desde el inicio de la penetración.
En ningún caso fue posible llevar a cabo nuestro quinto objetivo, esto es, medir el reflejo bulbo cavernoso durante la contracción de los músculos puboccocigeos debido a que dicha contracción genera lógicamente una descarga de tipo interferencial en el osciloscopio del Electromiógrafo, o sea múltiples potenciales de acción donde no sabríamos cual pertenece o no, al reflejo bulbo cavernoso.



Conclusiones.

1- En primer lugar, estamos de acuerdo con la enorme mayoría de los autores, que consideran que la valoración del reflejo bulbo cavernoso como evaluación de la eyaculación precoz, es totalmente irrelevante, innecesario y no nos permite concluir un diagnóstico, el cual consideramos exclusivamente clínico.
En razón de que la latencia normal, según los diferentes autores varia entre 22 y más de 45 milisegundos, es razonable pensar de que existe una muy baja sensibilidad de esa valoración para ese fin.
2- En segundo lugar, consideramos de enorme valor éste método, que no hemos encontrado en la literatura, de bio feed-back electromiográfico que nos demostró un aumento de la latencia del reflejo bulbo cavernoso, tanto en condiciones de laboratorio como en la clínica, dada la evolución de los pacientes.
3- En tercer lugar, contraindicamos la realización de los ejercicios de fortalecimiento de la musculatura pubococcigea, (EJERCICIOS DE KEGEL) pues por lógica, potencian ese grupo muscular y por ende bajan el umbral de disparo del reflejo bulbo cavernoso facilitando la eyaculación. Tan es así esto último, que estos mismos ejercicios son recomendados para el tratamiento de la eyaculación retardada.


Bibliografía Consultada:

Amarengo, G; “Explorations neurophysiologiques perineales”; Editions Techniques; Encycl. Méd. Chir. (Paris, France); Neurologie; 17030 C10; 1991; 1-7p.
Glyna, S., Puech-Leão, P., Mario Dos Reis, J., Pagani, E. Becher, E., Sotomayor, M; Instituto H. Ellis. Disfunción Sexual Masculina, São Paulo; Instituto H. Ellis, 2004.
Mazza, O. N., Zeller, F. L; Tratamiento Farmacológico de la Disfunción Eréctil, Buenos Aires; Ed. Med. Panamericana, 1997.
Seftel, A. D. and Associates Editors; Male and Female Sexual Dysfunction, Printed in China; Ed Mosby. 2004.

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