domingo, 21 de noviembre de 2010

LA CONSULTA CON EL MEDICO SEXOLOGO

Con gran frecuencia la gente quiere conocer en qué consiste el trabajo de un medico especializado en sexología, en mi caso, específicamente masculina.

Una consulta médica sexologíca en poco difiere de una consulta de cualquier otra especialidad.

Hoy en día se sabe que la gran mayoría de las disfunciones de la erección, tienen un sustrato orgánico. Hace 10 o 15 años atrás, todo se consideraba que era de causa sicológica.

Esto hace que la medicina se vea obligada a capacitarse cada vez más en los problemas de salud que desembocan en una disfunción eréctil.

La ficha patronímica nos aportas datos como la edad, el estado civil y el tipo de trabajo que el paciente realiza o ha realizado si se jubilo. Los antecedentes laborales son muy importantes dado que pueden implicar trabajos de fuerza, trabajos con tóxicos, tareas estresantes, etc.

El paciente que llega a mi consultorio por este cuadro, será interrogado en profundidad acerca de; que tan severo es el trastorno, cuanto lleva de evolución, tiene la capacidad actualmente de penetrar o no. Si lo logra, esa erección se mantiene, cae o mejora, existen las erecciones de la mañana o se han perdido. Si se intenta la masturbación, logra cierto grado de erección, la eyaculación, es más rápida que antes, es igual o se ha retardado o incluso no se logra, el deseo sexual sigue estando presente o se ha notado una disminución del mismo.

Es importante saber diferenciar por parte del médico cuando un paciente nos habla de que tiene menos deseo sexual si eso se puede deber a una disminución hormonal o ser consecuencia del excesivo temor a fracasar que hace que no se quiera pensar en el sexo.

Si no se tiene en claro esa diferencia se cae en la tentación de indicar hormonoterapia a pacientes que no la requieren, cosa que vemos con altísima frecuencia. Lamentablemente esto también tiene un trasfondo económico pues muchas veces el interés monetario supera al interés científico.

Saber qué tipo de vínculo de pareja existe y como es esa relación tanto en general como en lo sexual es imprescindible.

Los antecedentes, tanto médicos como quirúrgicos así como conocer a fondo la medicación que se está consumiendo en forma crónica, son indispensables para orientarme a un pronóstico lo más acertado posible.

Muchas veces, no existe ningún antecedente patológico por lo menos conocido y eso a veces desorienta muchísimo al paciente quien me dice que es completamente sano.

La disfunción eréctil, por si sola puede ser una enfermedad o ser el indicio que nos oriente a buscar una enfermedad desconocida. Esto último, debe quedar bien claro a todos aquellos que me consulten.

Siempre me interesa saber si el paciente ya ha consultado anteriormente por el problema y si hizo o no algún tipo de tratamiento previamente y que resultado ha tenido.

Habitualmente el paciente que llega a mi consulta lo hace luego de múltiples fracasos terapéuticos. Si bien, nunca me dedique a realizar milagros, es una pena que se pierda la oportunidad de consultar seriamente y se pueda esperar una respuesta sincera.

El examen físico es una parte de la consulta que no se debería obviar como suele suceder en el mutualismo. Registrar la presión arterial es un gesto mínimo pero imprescindible.

La auscultación cardiaca y buscar por palpación tanto los pulsos periféricos como los pulsos penianos nos aporta valiosísimos datos pronósticos.

La palpación abdominal buscando el estado anatómico de hígado y riñones, son elementos que no deben faltar en un correcto examen semiológico.

El aspecto físico general de un paciente orienta al médico en la sospecha de infinidad de enfermedades. Nuestros ojos y nuestras manos son herramientas indispensables y tan importantes como el saber preguntar y sobre todo el saber escuchar a una persona que llega con un problema que lo afecta a él y a su pareja, que lo angustia y lo averguenza pues toca un área muy sensible en la vida de un hombre.

Por último creo que aquel que necesite consultar debe saber que las posibilidades de lograr una mejoría siempre están presentes pero que no depende solo del médico. Todos deben comprometerse en el esfuerzo de mejorar, de lo contrario, no se justifica consultar.

LA DEMORA EN LA CONSULTA POR DISFUNCION ERECTIL

Si bien los problemas de la erección son extremadamente frecuentes, es muy difícil de encontrarnos con un paciente que consulta enseguida de comenzar con el problema, lo cual, como es lógico, sería lo mejor.

El paciente que llega a mi consultorio, lo hace en muchas ocasiones luego de haber dejado pasar 4, 5, o más años.

¿Porque sucede esto?

Una de las razones que las propias personas argumentan, es la vergüenza. Uno, como médico, supone que la vergüenza es algo que no debería influir en lo que es la calidad de vida de los seres humanos, sin embargo es mucho más frecuente de lo que podemos creer.

Se, lógicamente que los varones no vienen a verme por un dolor de rodilla lo cual no avergüenza a nadie.

Seria sí, lo ideal que todos reconozcamos que la disfunción eréctil es muy frecuentemente un síntoma de una enfermedad que nos aqueja y por ende, buscar una pronta solución, entra dentro de lo que es la medicina preventiva.

Sucede a menudo que algún paciente que pide una consulta, especifica que no quiere cruzarse con nadie en el consultorio y el nerviosismo que traen consigo ni siquiera les permite desarrollar las respuestas que yo debo conocer de mi interrogatorio.

Otras veces, es la esperanza de que el problema se resuelva solo con el paso del tiempo lo que hace que las personas o no consulten o lo hagan muy tarde, ya que como muchos me dicen, “a mí nunca me había pasado algo así”. Pensaran, “se pasara solo”.

El haber tenido toda la vida una sexualidad adecuada, no nos garantiza que siempre podamos seguir actuando de la forma que queremos.

Las enfermedades que nos aquejan tienen siempre un inicio con una determinada presentación, sea esta clínica o de laboratorio.

Como yo suelo explicarle a los pacientes, muchísimas veces, en general, en la mayoría de los casos, la disfunción eréctil es secundaria a alguna enfermedad que genere riesgo vascular, como la diabetes. Otras veces, la disfunción eréctil es de por si la enfermedad misma y no existe una causa demostrable que este en la base de ese padecimiento.

Otras tantas veces, la consulta tardía se debe a que hay varones a los cuales mayormente no les interesa tener una mejoría dado que la sexualidad con su pareja no lo estimula por la razón que sea. Si por alguna razón hay un cambio de pareja, ahí es donde se cae la estantería y es cuando se busca ayuda. A veces tarde.

En múltiples ocasiones, es la pareja la que presiona de alguna manera para que su consorte consulte. Eso lleva también a que el paciente viva esa consulta como una obligación en contra de su voluntad, cosa no buena. En ese caso el varón ve afectada su hombría, no solo ante su pareja sino también ante un total desconocido como soy yo en este caso. Por esta última razón, es que con frecuencia no se aportan los elementos necesarios para un diagnostico pues hay reticencia a desenmascarar lo que sucede realmente.

Se perfectamente lo difícil que es concurrir a una consulta de este tipo. Tan es así que se nota el nerviosismo de ese primer encuentro con un medico que va a tratar de inmiscuirse en lo que más nos duele a los hombres, nuestro orgullo viril.

Pero debe aprender a razonarse que los tan frecuentes problemas de la erección, no llegan a nosotros por obra de ninguna maldición, ligadura o celos de las parejas. Se instala en aquel que puede recibirla, no en el que quiere. Esto es, no sufrimos de esta patología porque queramos sino porque tenemos una dificultad que le permite, a la perdida de la erección, hacernos una víctima más de alta frecuencia.

Cuando un paciente se va luego de haber realizado esa primera consulta, yo le explico que ya ha hecho el 50% de lo que necesita para mejorar.

El resto es en parte mi responsabilidad y en parte, su responsabilidad.

Para terminar me quedo con lo me dijo un paciente de 53 años de edad:

“yo tengo vergüenza, pero, ¿qué hago, me pongo a llorar y así lo arreglo?”