martes, 30 de marzo de 2010

ALGUNOS MITOS SEXUALES

¿Por qué surgen los llamados mitos sexuales?

En mi opinión, la falta de una correcta educación sexual, no solo en las escuelas y liceos, sino también en el hogar, hace que tanto hombres como mujeres, se vayan formando con todo lo que se escucha en el ambiente en que se desarrollan y maduran.

Claro está, que no todo lo que oímos, por llamarlo de alguna manera, es verdad, ya que de ahí también aparecen las fantasías y exageraciones de otros.

Algunos mitos, son tan antiguos, como la humanidad misma, otros, en cambio, se van forjando y grabándose en nuestras mentes en épocas contemporáneas.

Quizás, uno de los mitos por el cual mucho se nos consulta, y que genera, por mala información verdaderos traumas en la edad adulta, es el mito de la masturbación.

Se nos pregunta si genera enfermedades, problemas de erección en el adulto, esterilidad en el varón, etc.

La masturbación es una forma de auto-erotismo y es parte del desarrollo sexual de todo individuo que se precie de ser normal.

Existen en todas las edades, y es necesaria en todas ellas. Más frecuente en el joven, menos en el adulto mayor. Existe en hombres solos y en hombres con pareja.

Antiguamente, se consideraba una enfermedad y se buscaba evitar a toda costa que el niño y el adolescente, la practicaran. Se recomendaba hacerlos dormir con pijamas de mangas largas y cerradas o del tipo de camisas de fuerza, atadas por detrás. Otros genios de la medicina indicaban dormir en sábanas húmedas para enfriar el deseo o atar las manos a los pilares de la cama.

Lo importante a saber sobre este mito es que, la masturbación debe considerarse como algo totalmente normal, salvo que sustituya por completo al acto sexual habitual, esto es, que se prefiera la masturbación a la relación de pareja.

Otros de los mitos que conducen al varón a una mala respuesta sexual, es el del boy scout, ¿se acuerdan? Siempre listo.

Muchos hombres creen que los varones y también lo creen para ellos mismos, tienen que estar siempre dispuestos y a toda hora, a mantener una relación sexual. No pueden concebir el hecho de que no se logre una erección cuando ellos la quieran.

El pene no es un resorte que se activa con el pensamiento.

El mito del rendimiento, también nos habla de la mala educación sexual, producto de la exageración de púberes y adolescentes. Se llega a la madurez pensando que lo importante es la cantidad de veces que se realiza el coito, la cantidad de veces que se eyacula, la cantidad de conquistas, la cantidad de centímetros que tiene el pene, cantidad, cantidad, cantidad.

De calidad, nadie habla. Importa el cuanto, no el cómo.

También existe el mito de que el varón no debe manifestar emociones frente a su pareja. No debe ser sentimental. Debe ser el macho dominante, el gallo del gallinero.

Después tenemos también, el mito de la rapidez. Cuanto más rápido, más hombre se es.

De acá, nacen muchos eyaculadores rápidos, que terminan siendo unos pobres trapos abandonados por sus parejas. Esta es una época en la cual la mujer, demanda obtener placer.

Recuerden que hasta la primera mitad del siglo XX, la mujer era considerada solamente un receptáculo del semen, una matriz para conservar la especie. La cosa después cambio, y con todo derecho también comenzó a exigir. Y así, los varones la quedamos.

Pero no se preocupen, la eyaculación precoz, también se trata de forma simple y rápida. En muchas parejas, existe el mito del director de orquesta. Creen que siempre es el varón el encargado de llevar adelante o de encarar toda situación sexual. La mujer, no tiene derecho. Es él, el que debe decidir cuando, como y para qué, porque además es él, el experto. Pobrecito.

Es un mito, el creer que uno nace sabiendo todo sobre el sexo.

En realidad, no sabemos nada, no nos entregan con un manual instructivo. Se aprende, a los golpes debido a la falta de educación. A veces esos golpes, no dejan secuelas, pero otras veces, generan un trauma tan importante en los jóvenes debutantes, que pueden persistir toda la vida, si no se busca la ayuda necesaria.

Toda una enorme lista de mitos hace referencia a la sexualidad en las personas mayores y en los ancianos.

Por un lado, se dice que carecen totalmente de sexualidad y que si lo intentan son perversos y hay que reprimirlos. Eso es un mito.

Se dice también, que no se reproducen, pero se dice en general, cuando es únicamente cierto, para la mujer post-menopáusica. El varón tiene la capacidad de reproducirse a edades avanzadas.

Algunas personas mayores, creen ellas mismas, que ya no deben ejercer su sexualidad, por el echo de tener esa edad. Se automarginan del sexo y entran en lo que se llama, apragmatismo sexual, con la consiguiente pérdida de interés, deseo, y de la práctica de tan placentero acto de amor.

Esto no tiene porque ser así; con el consejo adecuado, en lo sexológico, o a veces con el tratamiento de ciertos aspectos que llevan al varón a considerarse enfermo, se logra volver a una relación amorosa que para muchos, es un redescubrimiento.

Otro tema candente y siempre presente en la mente de los varones, es el tamaño del pene.

Esto genera en un número importante de hombres, problemas a veces graves.

El Dr. Boero, nos dice que el 15% de las consultas por problemas de erección son debidos al llamado complejo de pene pequeño.

Muchas veces, este dato, no surge en el interrogatorio inicial del paciente, sino, luego de varias entrevistas, cuando el varón logra confiar en nosotros.

Es muy común que los jóvenes en la pubertad o en la adolescencia, se hagan bromas entre sí acerca del largo del pene, o que cuando coinciden en un gimnasio se dediquen a atosigar a algún chico por ese tema. La forma en la que cada uno reaccionamos a esas burlas, condiciona nuestro pensamiento sobre el pene.

En un pequeño grupo de muchachos, se genera un verdadero complejo acerca del tamaño. El complejo del pene pequeño, y lo curioso es que siempre son penes normales salvo muy contadas excepciones.

Un par de cosas, deben quedar muy claras, al respecto del tamaño del pene.

En primer lugar, salvo que un pene mida menos de 4 cm. en erección, cosa de por sí, rarísima, el estímulo de las zonas erógenas más importantes de la mujer, se alcanza igualmente.

En segundo lugar, quiero decirles, que el complejo de pene pequeño es un problema elaborado a nivel de nuestro cerebro independientemente del tamaño de nuestro pene. Quiere decir que si nosotros tenemos un pene de 30 cm, igual podemos tener un complejo de pene pequeño, si en alguna oportunidad se nos cruzó por la cabeza el pensar que era chico y somos lo suficientemente sensibles como para que eso, nos afecte.

Esto es un campo fértil, para los vendedores de falsas ilusiones en materia de alargamiento. Cualquier urólogo, los puede asesorar al respecto.

En el último año, comencé a registrar, las medidas peneanas, en mi consultorio, lo que me permite un interesante muestreo que, a la vez, se utiliza para demostrar al paciente, donde está ubicado, resultándoles una ayuda importante.

Dr. Carlos Russo Fiorentin.

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