martes, 30 de marzo de 2010

LA HOMOSEXUALIDAD.

Definición: es una variante normal de la orientación sexual y donde se da la atracción hacia personas del mismo sexo.

Básicamente, la homosexualidad se puede vivir de dos maneras:

Homosexualidad egosintónica, que es cuando esa orientación es vivida sin ningún tipo de malestar, u Homosexualidad egodistónica, cuando el individuo, explícitamente, manifiesta como fuente de malestar.

Ambas formas, de todas maneras, fueron excluidas de las clasificaciones de trastornos mentales.

Hasta hace 30 años, eran consideradas como perversiones sexuales, ( lo que ahora se conoce como parafilias), ya que en ella se decía, existía una desviación del objeto del deseo.

Cuando escuchamos la palabra Gay, de origen inglés, se refiere específicamente a un modelo de homosexualidad masculina en donde no existe, en esa pareja diferencias en los roles masculino-femenino a diferencia del modelo latino, en donde hay una clara diferenciación en esos roles y donde se asume la masculinidad o la femineidad con firmeza.

El término lesbianismo en la homosexualidad femenina, proviene del griego teniendo su origen en la Isla de Lesbos (hoy llamada Mitilene).

La atracción entre dos personas del mismo sexo es parte del desarrollo normal en la mayoría de los jóvenes antes y durante la pubertad.

A medida se alcanza la madurez, se va definiendo la orientación sexual, que en su enorme mayoría, es heterosexual.

Alfred Kinsey, un reconocido investigador estadounidense, quien precedió a Masters y Johnson en sus estudios y que luego ellos retomaron, creó una escala de orientación sexual que consta de 7 categorías, desde el 0, exclusivamente heterosexual, hasta 6 exclusivamente homosexual.

El punto medio, 3, representa la bisexualidad, esto es, relaciones con personas de ambos sexos.

Es prácticamente imposible, hacer un calculo del total de personas que ejercen esta opción sexual, ya que además cabría preguntarse si se agrega la homosexualidad facultativa, la cual se refiere a los casos en donde existe una separación forzosa o forzada de los sexos (colegios, prisiones, embarcaciones, etc.)

Es importante aclarar algunos términos que con elevada frecuencia escuchamos y confundimos. Me refiero al travestista, al transexual, al afeminado y a la marimacho.

El travestista, término que se aplica exclusivamente al varón, es por lo general un hombre heterosexual, que requiere vestirse con ropas femeninas para excitarse sexualmente, manteniendo relaciones sexuales con mujeres.

En ocasiones, el travestista, puede ser homosexual, en general son lo que se conocen como travestis.

Muchos de ellos, ejercen la prostitución vistiendo ropas femeninas como forma de excitar al probable cliente.

El transexual, en cambio es aquel que presenta un trastorno de la identidad sexual. Se da en hombres y en mujeres.

Para entenderlo: si es un varón transexual, su biología es total y absolutamente masculina, pero se siente a sí mismo como mujer, actúa como varón pero le atraen los varones.

El transexual, puede o no ser también un travestista, o sea ya que se identifica con el sexo opuesto, puede vestirse como tal para disminuir su angustia.

El afeminado, es aquel varón, que ha estado en un medio rodeado de mujeres y adoptó ademanes, formas de hablar y conductas femeninas pero: biológicamente es totalmente masculino, se siente hombre, le atraen las mujeres pero actúa más o menos como mujer.

La llamada marimacho es la variante femenina del varón afeminado.

Significa que, es biológicamente una mujer, se siente a sí misma como mujer, le atraen los hombres pero actúa más o menos como varón.

En algunos casos, el afeminado o la marimacho, pueden ser homosexuales, pero sólo en algunos casos.

Mucho se ha hablado sobre las causas de la homosexualidad, de la existencia de un gen homosexual, de que es lo que hace que una persona sea homosexual, de diferencias a nivel cerebral, de la herencia, de las hormonas, del psiquismo etc..

Personalmente, nos preguntamos, ¿qué importancia tiene el que halla una causa, muchas causas o ninguna causa? ¿Investigar su origen, no es en definitiva otro modo de discriminación?

¿Compete a la ciencia el investigar algo que le es ajeno, si no se es homosexual?

En el año de 1974, la Asociación Norteamericana de Psiquiatría decidió oficialmente que la homosexualidad no era una enfermedad.

Si bien, ninguna asociación de lo que sea, puede, creo yo, por decreto, decidir que una u otra entidad es o no una enfermedad, la población lo aceptó, salvo sectores con mentalidad granítica que aún hoy, 30 años después siguen discriminándole como una enfermedad.

A pesar de todo, la homofobia, esto es, la hostilidad y el miedo hacia lo homosexual, existe, incluso en el cuerpo médico y lo que es peor en algunos profesionales de la sexología, en donde, hemos sido testigos de burlas y de desprecio.

Pero también la comunidad de homosexuales, discrimina a veces al que no lo es, o realiza actos tratando de estimular a otros homosexuales a que se manifiesten.


Personalmente creo que, el reconocimiento público de la opción homosexual, debe quedar librada a la voluntad de aquel que ejerce esa opción.

Esto es, si un homosexual, desea mantener su actividad en el más absoluto secreto, su comunidad, no tiene porque obligarlo a pronunciarse públicamente.

Esto sería, libertad sexual.

Dr. Carlos Russo Fiorentin.

Flores Colombino, Andrés.: Sexo, Sexualidad y Sexología, Editorial Dismar, 4ª

Edición, Montevideo, 1992.

Flores Colombino, Andrés.: Diccionario de Sexología, Grupo Editor- Fin de Siglo,

Montevideo, 1997.

Masters, W. H., Johnson, V. E., Kolodny, R. C.: La Sexualidad Humana, Editorial

Grijalbo, Barcelona, 1987.

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